Crisis o algo más?

Esto es un desahogo, o yo qué se...

Llevo con mi pareja 12 años. De él me enamoró su sentido del humor, nos hemos reído mucho juntos. Tiene defectos, como todo el mundo, supongo.

Pero, últimamente, se me hace cuesta arriba la relación.

El confinamiento y la "nueva normalidad" me ha sentado regular. Estoy harta de poder relacionarme sólo con 4 personas. De no poder vivir como vivía antes. Me paso el día enfadada con mi hijo y riñéndole.

Siento que no soy feliz.

Este verano, empecé a coquetear con el padre de una amigo de mi hijo y terminamos liándonos. En ningún momento me arrepentí ni me sentí mal por hacerlo. Este hombre no me gusta, pero reconozco que fue muy divertido sentirme deseada por otra persona. Ese sentimiento había desaparecido de mi vida hace mucho tiempo y, de repente, encontré una chispa en mi vida. Fue un soplo de aire fresco que me hizo sentir genial.


Y ahora me encuentro con que no se que quiero. No se si quiero seguir con mi marido. Me da mucha pena hacerle daño, hacer daño a mi hijo, hacer daño a mi familia... Tengo la cabeza como un bombo. Pienso que todo será pasajero, pero ni siquiera estoy segura.

Sólo quiero meterme bajo el edredón y llorar hasta que pase el chaparrón.

No tengo a quien contarle esto. Nunca he sido una persona que se abra a los demás, así que me resulta muy incómodo desnudarme y contar cómo me siento.

Se que he hecho cosas que no están bien, así que acepto los tirones de orejas. Pero me siento tan triste ahora mismo...

Muchas gracias por tu mensaje.

Mi miedo es, qué parte es consecuencia de la pandemia y, por tanto, pasajero y qué parte es "real"?

Tengo claro que no voy a tomar una decisión apresurada, porque aquí no se trata sólo de romper una relación, si no una familia. Pero, sabré cuál es mi límite? Cuánto tiempo puedo aguantar esta angustia?

Yo no estoy bien, me paso el día con ganas de llorar. De repente siento que mi vida se ha derrumbado.Que todo lo que tenía ha desparecido.

Titidi escrito: Muchas gracias por tu mensaje. Mi miedo es, qué parte es consecuencia de la pandemia y, por tanto, pasajero y qué parte es "real"? Tengo claro que no voy a tomar una decisión apresurada, porque aquí no se trata sólo de romper una relación, si no una familia. Pero, sabré cuál es mi límite? Cuánto tiempo puedo aguantar esta angustia?

Titidi escrito: Victoriaa escrito: Yo también te animo a que vayas viendo que cosas podrías cambiar, hacer cosas nuevas, iniciarlas...cosas que te nutran, te gusten....y vas viendo como te sientes y que decisiones tomar. El problema es que todo está tan limitado que no veo qué puedo hacer. Mi vida es rutina, rutina y más rutina. Y lo poco que me apetece hacer no implica a mi marido (ni a mi hijo). Gracias por ese abrazo, me llega.

Enovakova, a mi no me da miedo estar sola ni empezar una nueva vida pero no puedo evitar pensar en el disgusto que se llevaría todo el mundo.

Siempre he dicho que prefiero sufrir yo a que sufran los demás. Yo sé cuánto puedo aguantar y soy fuerte,pero me da muchísima pena que los demás sufran.

Se que no es el fin del mundo para nadie, pero eso me frena más que nada.

No quiero correr, siempre he sido muy impulsiva y he pensando poco las consecuencias de mis acciones pero ahora es diferente.

Tienes razón, pero es que al no ver salida recorro mentalmente todos los caminos y pienso en todas las consecuencias.

Sabes qué pasa? Que para dejar de estar triste tendría que estar en prepandemia y eso no es posible. Puede que esté cogiendo el camino fácil de regodearme en lo infeliz que me siento ahora mismo.

Me paso el día lamentándome, echa un mar de lágrimas sin ser capaz de actuar.

Yo creía que "solo" había dejado de querer a mi marido pero me habéis hecho ver que hay mucho más detrás.

Hace muchos años tuve una depresión y estuve con tratamiento farmacológico y en terapia. No recuerdo cómo me sentía entonces, no se si igual que ahora o no, pero sí que no era feliz.

La solución "sencilla" ahora mismo sería romper con todo porque eso es fácil hacerlo y me estimularía muchísimo, pero no arreglaría el problema.

Lo peor es que ahora mismo estoy tan perdida que pienso que no hay nada que vaya a sacarme de este estado.

Solo haber podido darle forma a mi desasosiego me ha ayudado. Ahora sólo tengo que ser capaz de poner manos a la obra y volver a hacer cosas que me motiven.


Creo que no estoy tan abajo como para no poder hacerlo. Por lo pronto, voy a salir a pasear y después voy a cocinar un plato rico para comer. Y me voy a comer a besos a mi hijo en cuanto se despierte.


Es curioso como una bola que parece tan grande no lo es cuando alguien la mira desde fuera.

Dentro de un rato llamaré a un buen amigo con el que estuve hablando por WhatsApp anoche pero no quise contarle cómo me sentía.

Sí, claro, eso me frena muchísimo. Siempre he sido muy alocada y he tomado decisiones sin pensar demasiado, pero ahora es diferente. No sólo se trata de mi, si no de todo lo que llevo detrás.

Mi mayor miedo es no saber encontrar ese punto medio. Obviamente, no puedo ser infeliz por no hacer daño a los demás. Pero tampoco puedo hacer lo primero se que me pase por la cabeza, caiga quien caiga.