Os cuento mi parto?

Como ya han pasado 14 meses y estoy más tranquila pero igual de cansada y hace mucho que no le cuento mi parto a nadie, he venido a daros un rato la chapa (a la que se acerque por aquí)
Antes, os pongo en situación:
Me llevaron el embarazo en el hospital Sant Joan de Déu de Esplugues, Barcelona, porque tenía la tensión de las arterias uterinas altas. Me revisaban cada mes, ecografía incluida, y cada mes lo mismo, la nena està bien, coge peso adecuadamente, vuelve el mes que viene. La verdad es que yo contenta porque tenía 41 años para 42 y parecía que me estaban llevando el embarazo en una privada (yo iba por seguridad social)
Un mes me dicen que es posible que no me dejen pasar de la semana 37, pero como aún quedaba mucho y todo estaba bien pasé del tema, hasta que al mes siguiente me atiende otro doctor que me pregunta por la medicación que estoy tomando. Yo en plan WTF, yo no estoy tomando nada más que hierro, debería estar tomando algo?? No, no, como vi aquí lo de la tensión alta... ahora revisamos todo. Y todo correcto, por suerte, como siempre. Le comento lo de no pasar de la semana 37 y me dice que él cree que podemos esperar a la 40. Ah, perfecto! Me voy a casa más contenta! Al mes siguiente, las ginecólogas de siempre. Que me aconsejan no pasar de la semana 37. Que por el tema de la edad, por el tema de la tensión (aclaro que no se trataba de mi tensión arterial que estaba perfecta) ellas aconsejan una inducción. Me explican en què consiste, aunque ya os había leído, pregunto el motivo de no poder esperar a la semana 40 y repiten lo mismo añadiendo que tengo los pies hinchados. También los tuve con 21 años cuando tuve a mi primer hijo, pero bueno. Ellas como médicos que son me aconsejan no pasar de la semana 37 y yo como paciente que soy me acojono viva y acepto ingresar el día tal a la hora tal. Me dan un plan de parto que ya me diréis para qué porque si me van a regalar una inducción ya me puedo olvidar de la bañera y demás.
Vamos al lío que me alargo.
Llega el día X y al hospital como quién va a un hotel. La noche anterior no dormí nada y mi ánimo no era el mejor. Me dan una bata, entrego mi plan de parto, y vienen a ponerme una vía, que yo no la quería pero aquí por lo visto es sí o sí, no hay opción. Tengo unas venas fantásticas que nunca me han dado problemas. Pues tuvieron que llamar a una anestesista porque dos enfermeras me pincharon mal. A la cuarta va la vencida y gracias a la doctora que me pinchó y me pidió perdón por el mal rato anterior. En la mano me dejaron un morado que me la ocupaba toda, no digo más. Yo ya me reía por no llorar. Esto es empezar bien, ya verás tú. Me ponen vía vaginal la prostaglandina y me dicen que durante la noche debería notar contracciones. Esto era a las 17h de un viernes. Me monitorizan a las 22h y me dicen que tengo contracciones y yo flipo porque no he sentido absolutamente nada, pero bueno, me subo a la habitación contenta porque igual en un rato ya las notaré. Pues no. Pasó toda la noche, yo sin dormir apenas, agotada. Traen un desayuno miseria, bastante vergonzoso para una mujer que va a parir en breve, pero al menos desayuno. Y a las 10 de la mañana del sábado me vienen a buscar. Pregunto a dónde me llevan. No sé. Voy a monitores, a parir o a dónde? No sé. Se van. Vuelven al rato y me dicen que coja mi DNI, un pañal y un gorrito para la bebé, que vamos a la sala de partos.
Se me presenta la comadrona y vamos a una sala donde hay proyector (eso sí estaba en mi plan de parto) pero algo no funciona y me cambian a otra que no tiene. Vaya. Me colocan correas para monitorizarme, me dicen que las voy a llevar de continuo y sólo podré moverme de la camilla a la pelota de pilates. No hay portátil para que yo pueda pasear por toda la estancia. Me dice que me va a hacer un tacto y me va a romper la bolsa. Y le digo que no, que me haga un tacto pero que no he tenido contracciones y que la bolsa no me la rompa. Pues te voy a poner la oxitocina y si te rompo la bolsa va a ir más rápido. Pues vale pero yo no tengo prisa y no quiero que me rompas la bolsa.
Ahora, a toro pasado, tengo la certeza de que para mí era como lo único que podía controlar y que por eso me negué en todas las ocasiones en las que me lo propuso. Me hizo el tacto, super doloroso, y había dilatado 1cm. Empezaron las contracciones, venía, te rompo la bolsa? No. Tacto. No has dilatado nada. Si te rompo la bolsa...NO. Así pasaron las horas. Las contracciones jodidísimas. Vuelve y me dice que he dilatado 2cm y que los ginecólogos la están presionando, que me va a dejar un rato más o me tendrá que dejar en sus manos y me llevaré una cesárea. El por qué no me lo explicó pero no le hizo falta porque yo me puse a llorar pidiéndole que me rompiese la bolsa entonces. Ahora no puedo porque te haría muchísimo daño a ti y al bebé, lo que puedo hacer es llamar para que te pongan la epidural y entonces lo hago. Yo había propuesto intentar un parto sin epidural pero visto lo visto, claro, ponme la epidural y lo que sea con tal de que no me hagan una cesárea. Me ponen la epidural. Y al rato noto la insensibilidad en el lado derecho pero en el lado izquierdo...pensaba que me estaba rompiendo, que me iba a marear del dolor tan tan bestia. Volvió a venir la anestesista, movió el catéter pero no hubo manera, tuvo que pinchar de nuevo. Mientras, de verdad que en el costado izquierdo el dolor era insoportable. Ya por fin la epidural hace efecto y la comadrona viene a hacerme otro tacto. Buenas noticias, estás de 9cm. En una hora había dilatado todo. Me dice que empuje y le digo que no siento presión. Me deja un rato descansar, y viene en nada. Vuelve con un espejo tamaño gigante, y yo ya siento la cabecita de mi bebé. Otra vez, la única opción en el expulsivo es parir en la camilla. Pues adelante. Empujo. Respiro. Le veo la cabecita a mi bebé. Empujo. La cabeza de mi bebé está ya a puntito de salir. La comadrona le dice a mi marido: qué bien empuja! No entiendo por qué se lo dice a él y no a mí, que es a la que tiene que dar á ánimos, pero bueno. Al tercer empujón la bebé tiene la cabeza fuera. Hay otra comadrona que empezaba su turno y me pide que no empuje. Le saca el cordón del cuello a mi bebé y me dice, ahora empuja suave, y mi bebé sale, y me la dan, le frotan la espalda y llora. Eran las 19.01h del sábado. Y ya se me olvida que fue una m**rda que en nada se parecía a lo que yo quería/imaginaba.
Y ahora ya tiene casi 14 meses y menuda guerrera tenemos en casa!
(Pero estuve llorando muchos meses al recordar el parto)
Gracias por leerme. Creo que necesitaba soltarlo.

Eso es verdad. Y ni un punto me llevé, olvidé decirlo.
Lo que pasa es que supongo que sigo sintiendo que no se me respeto todo lo que hubiera sido deseable desde mi punto de vista, y parece que siempre queda esa espinita ahí.
20 años después, algo cambió la cosa pero no tanto como me hubiera gustado.
Gracias por comentar!

Pues, entiendo que te sintieras fatal. No recibiste ninguna explicación razonable. Hicieron lo que les dio la gana (menos romper la bolsa) cuando les dio la gana. Yo entiendo perfectamente que te sintieras fatal. Un abrazo grande.

Cuando nació mi hijo mayor me rompieron la.bolsa, ahí me lo llevé todo: la Hamilton, la maniobra de Kristeller, enema, rotura de bolsa, oxitocina, ventosa, desgarro, mil puntos... Entonces tenía 21 años, no tenía información ni idea de cómo iban a ser las cosas.
Veinte años después, no tuve la sensación de que las cosas hubiesen cambiado demasiado para nosotras.
Igual tuve mala suerte y la comadrona que tenía que trabajar el finde estaba hasta el moño y tenía prisa, pero realmente yo esperaba otra cosa.